"El paso de los exámenes de septiembre a julio es la última causa contra Bolonia. ¿Qué ocurre a tres meses de su implantación?"
A sólo unos meses de que el Plan Bolonia se integre completamente en la universidad española, el cambio del calendario académico por uno más ajustado, con el curso empezando el 1 de septiembre y acabando como máximo a mediados de julio, es una de las modificaciones que más división de opiniones está generando. Varias universidades ya han adaptado el nuevo calendario- Carlos III o San Pablo CEU-, mientras que otras se encuentran en pleno proceso como es el caso de la Universidad Autónoma de Madrid o la Universidad del País Vasco, con las respectivas protestas del alumnado.
Sobre el papel, los aspectos positivos del cambio pasan por que los exámenes no serán tan determinantes al existir evaluación contínua y que los alumnos podrán tener más tiempo para realizar prácticas o trabajos, con todo el verano por delante. Algo que no encaja a Enrique Gómez, miembro de la Asociación Acción y Concienciación Estudiantil (ACE) de la UAM: "Si sólo puedes trabajar en verano para costearte la matrícula del próximo año o simplemente quieres hacer unas prácticas, ¿qué empresa te va a contratar a mediados de julio?" Y aunque las voces discordantes se hagan notar, también hay estudiantes que ven con buenos ojos la eliminación de septiembre. "Esta medida favorece a los que estudian durante todo el año, ya que si suspendes en junio una o dos asignaturas, el temario lo tendrás fresco en julio", asegura Carlos, alumno de la Universidad San Pablo de CEU. Pero María Galán (ACE) cree que los estudiantes de ingeniería o de doble licenciatura, con un temario más exigente y de mayor grosor, se "verán muy perjudicados al tener apenas diez días entre los exámenes de junio y los de julio para prepararse la convocatoria extraordinaria".
Toda esta polémica, como en otros aspectos del Plan Bolonia, se genera por la difícil convivencia de dos modelos educativos distintos dentro de una misma universidad. La Universidad de Valladolid o la UAM son sólo algunos ejemplos de universidades que han recibido protestas provenientes de asociaciones de alumnos contra este cambio. Y la lista aumentará, sobre todo cuando los exámenes asomen por el horizonte y el agobio se apodere de ellos.
Texto: Jaime Reus
La teoría:
- Grupos más reducidos
-Más clases prácticas
-Asistencia a clase
-El protagonista es el alumno
-Recuperación en julio
-Tutores y tutorías
-Se reduce un año las carreras
-Aparición del Postgrado
-Reconocimiento Europeo
-Parciales
La realidad:
-clases con 80-100 alumnos
-Los profesores pasan lista
-Más trabajos, más lecturas, búsqueda de temario fuera de las horas lectivas debido a la obligación de asistencia a las clases.
-Los exémenes de spetiembre pasan a junio con tan sólo dos semanas de difrencia con los de mayo
-4 años los grados y 5 los dobles grados.
- La materia se libera por parciales aunque haya examen final, aunque depende del profesor
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